La complejidad de los servicios de salud del siglo XXI, sumada a los altísimos estándares de calidad requeridos en la actualidad, han hecho que, a nivel mundial, se incremente la tendencia de tercerizar una importante cantidad de servicios de apoyo críticos.

Se busca optimizar los procesos y garantizar la calidad de los mismos, al tiempo de bajar costos y minimizar errores.

Sobre esta filosofía, los directores y las gerencias de los hospitales pueden concentrarse en el aumento de la productividad de sus complejos y descansar en partners de comprobada seriedad en servicios que son de por si altamente demandantes de especialidad e inversión.